Crónicas de Texcoco - Volumen 1.

Crónicas de Texcoco – Volumen 1

Consejo de la crónica municipal de Texcoco.

Texcoco, Edo. De México, Octubre 2008

Tiraje de 1000 ejemplares

Páginas 10-12, 16.

“A las siete de la noche del mismo 24, nos embarcamos en San Lázaro, los que formamos la comitiva de su majestad y que éramos los Sres. Don Juan de Dios Peza, ministro de la Guerra; el Lic. Faustino Chimalpopoca Galicia, conocedor de lenguas aborígenes; el ayudante Feliciano Rodríguez, dos oficiales de órdenes y yo… Decidió que pasáramos esa noche en vela, navegando por la laguna”.

“A las siete de la mañana llegamos a Texcoco… Se pasó la mañana visitando [Maximiliano de Habsburgo] las escuelas, la cárcel y el hospital; se hizo también una visita a la fábrica de vidrio, donde dirigió felicitaciones muy cordiales al propietario, estimulándole a seguir haciendo prosperar esa industria y por último, dio a la autoridad, seiscientos pesos para las escuelas y doscientos para los pobres” Extracto de Blasio José Luis. “Maximiliano Intimo” Paris-México. 1905. Pág. 131.

…

Así sucedió: “por su parte los indios correspondían a la predilección que les manifestaba Carlota, y cuando los soberanos hicieron una visita a Texcoco, de donde era nativa la señorita Varela, los indios echaron la casa por la ventana…” La forma en que se conocieron la Emperatriz y la señorita Josefa Varela, fue la siguiente: En su visita a Texcoco, la Emperatriz Carlota conoció a una descendiente de Netzahualcóyotl, a quien hizo parte de sus damas de honor “…india de sangre pura, nacida en Texcoco, y a la que nombró dama de honor (…) la señorita Varela fue llevada a la corte por razones muy distintas a las decorativas que se tienen en cuenta para esa clase de designaciones; era bien fea, pobre, sin roce social, aunque de cierta ilustración (…) lo cierto es que Carlota la tomó en un principio como sirviente, pero luego la hizo dama de honor y, en lo privado, era una de sus consejeras”

Es seguro que a la Emperatriz le pesó saber que descendía de Netzahualcóyotl y de su primer vocación de sirvienta, la señorita Josefa pasó a formar parte selecta de las damas de honor de la Emperatriz.

Una prueba de que la mano de Josefa Varela andaba en el “indigenismo de la Emperatriz”, es que el decreto agrario a favor de los indios de fecha de 16 de septiembre de 1866, “estaba basado en la modalidad que daban los aztecas a las tres formas de posesión de la tierra, que eran: El Altepetlalli, el Calpulitlalli y el Yoatlalli… el merito de Carlota fue tomar consejo de una india…” Extracto tomado de Ibarra de Anda F. “Carlota, infidelidades de Maximiliano”. México 1958. Ed. Populibros La Prensa. Pág. 197.

…

La ruta comercial y de pasaje San Lázaro-Texcoco invirtió una fuerte cantidad monetaria para la construcción y operación de este vapor. Con tan mala suerte que solo una o dos veces hizo el recorrido de San Lázaro al embarcadero de San Felipe Texcoco. Anónimo, “Navegación por barcos de vapor” El Siglo Diez y Nueve. 2 de abril de 1940.

El 21 de Julio de 1850 llegó al legendario Lago de Texcoco un barco de vapor llamado “Esperanza” [que] realizó su primer viaje de la Ciudad de México a la población de Chalco… Vapores como el “Santa Anna”, “Moctezuma”, “Nevada” o “Netzahualcóyotl” significaron horas de recreo y diversión para la sociedad entera. Y sin embargo no faltaron los incidentes y los naufragios. En 1869, el vapor “Guatimoc” realizó seis viajes de prueba antes de invitar al presidente Don Benito Juárez a realizar un recorrido por el lago. Entre vítores, cohetones y música, Don Benito fue despedido en el muelle de La Viga. El vapor avanzó arrojando su espesa estela de humo blanco que emocionaba a más de uno, de repente gran estruendo sacudió a los invitados: una de las calderas había estallado.

No hubo muertos pero sí un buen susto. Al hacer la crónica del siniestro en el periódico “El Renacimiento” [México. 1869 pág. 4] Ignacio Manuel Altamirano escribió: “Llama la atención la buena fortuna del presidente, quien sale siempre ileso de todos los peligros”, no era para menos, Don Benito Juárez había logrado sobrevivir a diez años de guerra y hubiera sido una mala broma de la fortuna que Juárez terminara en el fondo del Lago de Texcoco.



Caza
Triple alianza…